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La estudiante universitaria y su amigo se entregaban a una pasión desenfrenada en cada visita al apartamento.
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Él nunca había considerado a su compañera de trabajo como algo más que una amiga, pero un día algo cambió
La madrastra de su amiga, con su amor incondicional y su dulzura eterna, transformaba el apartamento en un refugio cálido y acogedor.
Después de coquetear con mi compañera de clase durante todo el semestre, me invitó a estudiar a su apartamento y terminamos en una sesión de estudio muy diferente.
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